viernes, 20 de marzo de 2020

COVID-19, cuarentena apta para todos los públicos

El estado de alarma nos mantiene en arresto domiciliario, pero también nos regala un tiempo con el que no contábamos. Bajo el lema #YoMeQuedoEnCasa han proliferado iniciativas y propuestas de todo tipo. Solos o en compañía, si nos lo proponemos no nos aburriremos. Y como el tiempo es relativo, cuando estamos ocupados pasa más rápido. Comparto con vosotros las notas que he tomado a partir de la información que me ha llegado gracias a la generosidad de amigos físicos y virtuales.

Escribo este post escuchando el clamor de los aplausos con los que mis vecinos todas las tardes se esfuerzan por mantener la moral alta, recordándonos unos a otros que, aunque estemos en casa,no estamos solos. Y es que mantener la salud emocional es tan importante como evitar el contagio del virus. Para ello nada mejor que mantenerse ocupado y sentirse aupado por otros. Hemos asistido perplejos a reacciones de pánico como el acopio compulsivo de reservas de papel higiénico, del que hicieron gala quienes pensaron que esa era la más eficaz forma de proteger a sus familias. Pero el miedo es libre y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Comportamientos algo excéntricos que hacen las delicias de los teóricos de la psicología social, mientras que al resto de los mortales nos han dado ocasión para disfrutar de algunos de los más ocurrentes memes que circulan por la Red. No hay que sucumbir al desánimo. Pensad que hace poco clamábamos por soluciones inmediatas para atenuar el cambio climático y, sin quererlo, esta situación ha impuesto un parón en la actividad que debería agradecer la capa de ozono. Como decían nuestras abuelas “no hay mal que por bien no venga”.

No podemos viajar. No podemos salir. No podemos hacer deporte al aire libre. No podemos quedar con los amigos para tomar una cerveza en alguna terraza. Es cierto. Pero sí podemos disfrutar del paseo por otras ciudades, conocer museos que probablemente nunca visitaremos, contactar con amigos que hacía tiempo que no llamábamos y asistir a conciertos desde el salón de nuestra casa. Incluso nos podemos poner en forma. Profesionales, artistas y ciudadanos anónimos han puesto toda la carne en el asador para que esta reclusión sea más llevadera.

Hace unas semanas sufrimos el bombardeo de recomendaciones para preparar la despensa de cara a lo que se nos venía encima. Al iniciarse la cuarentena nos llegan a diario toda suerte de recomendaciones para encontrar consuelo en actividades culturales, a través de campañas como #LaCulturaEnTuCasa o iniciativas de medios como El País, que se apresuraron a ofrecer un kit de supervivencia cultural para el encierro para resistir sin volvernos locos. Imposible aburrirse si atendemos al aluvión de propuestas que nos llegan por tierra, mar y aire. Recopilo algunas de las que he recibido, por si a vosotros también os interesan. Hay para todos los gustos: deportistas, culturetas, viajeros, cocinillas, artistas, padres, niños y jóvenes.  


¿QUIERES PONERTE EN FORMA?


Hay múltiples aplicaciones a las que podéis acceder a través del móvil para no defraudar esos buenos propósitos que hicisteis a comienzos de año. Aunque si sois más de televisión que de apps, podéis engancharos todos los días, de 9:00 h. a 9.30, al espacio Muévete en casa, que emite RTVE por la 2.

Por otro lado, si os prometisteis que en 2020 sí que ibais a hacer ejercicio o incluso os pusisteis manos a la obra y os llegásteis a apuntar a un gimnasio, podéis adaptar las rutinas que habéis aprendido al espacio de vuestro hogar, aunque no dispongais de aparatos para ello, e incluso dejaros asesorar por algún entrenador profesional.

Además, iniciativas como #yomemuevoencasa ofrece planes diarios de entrenamiento personalizados, como es el caso de uno de los calendarios más populares que circulan por las redes sociales, con el enlace a videos explicativos para cada actividad:

Calendario de marzo (descargable)

¿TE GUSTA LEER?

Descarga de libros gratis

Si hay una actividad hogareña por antonomasia es la lectura. En los últimos días han proliferado las recomendaciones de sitios donde descargar libros electrónicos gratis, incluso hay utilidades que nos recomiendan la lectura más adecuada a nuestro estado de ánimo.

Si sois fanáticos de géneros como la ciencia ficción tenéis la posibilidad de evadiros de la mano de uno de los maestros, accediendo a la recopilación de cuarenta y cinco obras de Julio Verne que se publicó recientemente. Por no hablar de los gurús de las elucubraciones literarias sobre el fin del mundo, con autores como Stephen King o Dean Koontz, cuyas obras tal vez os apetezca releer estos días.

Además, algunos escritores y editoriales se han apresurado a mostrar su solidaridad (y de paso hacer una interesante labor de preventa), abriendo temporalmente parte de su trastienda para invitarnos a descargar sin coste algunos de sus títulos.

Bibliotecas y plataformas de lectura

Un ejemplo que también han seguido plataformas de lectura como Scribd que libera durante un mes su biblioteca digital.  También entidades como la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca ofrecen a los usuarios acceso a su ingente base de datos con ilustraciones y libros para investigar o simplemente curiosear. Pero, sin duda, la iniciativa más interesante es la que protagoniza la UNESCO que ha querido poner su granito de arena para aliviar nuestra desazón, ofreciendo acceso abierto a su impresionante Biblioteca Digital Mundial desde la que podemos acceder a manuscritos, libros, fotografías, mapas, peliculas de todos los tiempos y para todos los públicos.

Por otra parte las bibliotecas públicas de Madrid también abren virtualmente sus puertas a todos los usuarios, tengan o no carnet. A través del Portal del lector podemos solicitar acceso provisional a miles de libros, películas y audios de la plataforma eBiblio.

Y al hilo de proyectos como los anteriores, solo recordar que necesitarás varias vidas para disfrutar de los más de tres millones de fotos que el Smithsonian, una de las principales instituciones culturales a nivel mundial, ha puesto a disposicion del público para su descarga completamente gratuita.

De todas formas no hace falta viajar (virtualmente) tan lejos. La Biblioteca Nacional de España lleva ya mucho tiempo haciendo un ingente esfuerzo por servir el abierto el acceso a sus contenidos, a través de colecciones, que ahora podemos aprovechar para conocer, y servicios como BNElab que te demostrarán cómo nuestro patrimonio bibliográfico da mucho más juego del que uno pudiera pensar.

Escuchar y leer cuentos.

Por otro lado seguramente tengáis recuerdos entrañables asociados a esos momentos de la infancia en los que un ser querido os contaba un cuento. Si queréis revivirlos o compartir la experiencia con vuestros hijos, AEDA, os ofrece acceso a la obra de afamados "cuentistas" que os narrarán miles de textos vía facebook, youtube o incluso por teléfono.

Por otro lado, estos días circula por Internet la lista de los cien mejores cuentos cortos de la literatura universal, que os permitirá acceder a los textos de autores inmortales como Kafka, Cortazar, Edgar Allan Poe, Chejov y tantos otros. Personalmente debo confesar que en el listado echo en falta algún título de Tolstoi, del que soy "fan fatal" y me parece muy apropiado para estos días de recogimiento obligado.


PARA VIAJEROS...

Con la incertidumbre sobre la fecha en la que será factible embarcarnos en la próxima aventura, no queda más consuelo que viajar con la imaginación o asomarnos al balcón de Internet para conocer recónditos parajes o perdernos, sin dolor de pies, por los pasillos de las más afamadas galerías del mundo. Hay propuestas de todo tipo para viajar sin salir de casa a través de películas, lecturas,
documentales o museos.


Aunque si tenéis alma de artista y preferís "pasar a la acción",  podéis uniros a la iniciativa #ColoreaNuestrasColecciones por la que más de cien museos han convertido sus fondos en dibujos para colorear que se pueden descargar gratis.


PARA MELÓMANOS

Entre el 16 y el 27 de marzo se desarrolla Cuarentena Fest con actuaciones diarias de más de treinta artistas independientes desde su dormitorio. Warner Records decidió sumarse a esta iniciativa a través de #YoMeQuedoEnCasa Festival que ofrece actuaciones también diarias a través de Instagram.

Por supuesto Youtube no podía faltar aportando su contribución con actuaciones, vídeos y documentales sobre los ídolos del momento.

La música clásica también se ha incorporada a la oleada de propuestas culturales con iniciativas como la del Met de Nueva York, que ofrece conciertos de ópera gratis todas las noches mientras dure la pandemia. También el Teatro Real de Madrid permite a los aficionados disfrutar de la mejor ópera en abierto desde casa.


TEATRO Y CINE

Si sois más de palomitas y buen cine podéis probar suerte con la lista de cien películas en español, que se encuentra disponible a través de Youtube, o la oferta de contenidos gratuitos que ofrecen distintas plataformas audivisuales como es el caso de Movistar + Lite, que emite en abierto (es decir, también para no clientes) hasta el 30 de abril.

Por otro lado, los teatros no se han resignado a bajar el telón, por lo que adictos y profanos tienen la ocasión de acercarse al mundo de la escena para disfrutar de más de mil quinientos espectáculos y obras de teatro gracias a la iniciativa TEATROTECA, del Centro de Documentación Teatral, que ha sido acogida con grandes aplausos (virtuales) por el público. En realidad, se trata de un site que llevaba en marcha desde 2016, pero se dirigía a profesionales. A partir de febrero, se sube el telón para todos los públicos, que podrán disfrutar de obras clásicas y contemporáneas, en los distintos idiomas oficiales. Como dice el refrán, "Dios aprieta pero no ahoga", con lo que tal vez esta sea una oportunidad de oro para divulgar servicios interesantes que ya estaban funcionando antes de esta crisis.


UNA OCASIÓN PARA APRENDER

Este es el caso de la prolífica actividad que desarrolla habitualmente Fundación Telefónica en el campo de la cultura digital. Al igual que otras entidades, ha habilitado un site específico con una amplia oferta de actividades formativas destinadas a potenciar habilidades digitales en el contexto de sus programas de capacitación para el empleo. También ofrecen recursos para docentes a través de plataformas como Scolartic. La actividad no se centra únicamente en contenidos formativos, sino que además podéis encontrar interesantes entrevistas y contenidos relacionados con distintos aspectos de la cultura digital a través de su canal de Youtube, biblioteca y colección de podcast.

La verdad es que temas de interés hay tantos como personas, pero lo cierto es que ésta puede ser una ocasión de oro para profundizar en los que a cada uno nos llaman la atención. En mi caso tengo apuntado en la lista de tareas pendientes dedicar algún que otro rato a curiosear por las biografías que ofrece en Youtube el canal BioPic Channel, del que soy muy fan. También tengo intención de dar una vuelta por los especiales sobre historia y patrimonio que ofrece la Fundación Banco de Santander, que también cuenta con espacios dedicados a otros temas como, por ejemplo, literatura o medioambiente.


SÓLO PARA "MORBOSOS"

Tal vez alguno de vosotros tenga curiosidad por investigar sobre los efectos y el desarrollo de otras epidemias en el pasado. Si es así, encontraréis fácilmente información sobre la mal llamada gripe española, sus consecuencias económicas o algún dato curioso, como la importancia del sol para la curación de aquellos enfermos o la desesperación de las enfermeras desbordadas por el número de contagios, en una situación no muy alejada de la que hoy están viviendo nuestros sanitarios. Puestos a comprobar cómo se repite la historia, descubriremos que tampoco entonces nos tomamos la amenaza en serio a tiempo.

Incluso podéis localizar alguna que otra lista de lectura basadas en el tratamiento literario de la peste o pandemias en general. A poco que busquéis, no tardaréis en toparos con múltiples articulos (más o menos rigurosos) sobre las epidemias más letales en la historia de la humanidad. Son lecturas que os harán caer en la cuenta de que el viejo terror a las epidemias no ha desaparecido del todo en nuestra tecnificada sociedad.

Ahora bien, si lo que os interesa es consultar información de primera mano, a través de la reproducción de documentos de la época, no podéis dejar de visitar la página de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Real Academia Nacional de Medicina. Allí encontraréis testimonios muy interesantes, por ejemplo, sobre las epidemias de peste, fiebre amarilla, sarampión o cólera que en su momento pararon, como ahora, la vida de aquella gente, aunque con un saldo mucho más cruento del que hoy podemos concebir. Si os interesan estas cuestiones, os recomiendo suscribiros a la cuenta de Twitter de esta institución, donde a diario se publica información verdaderamente curiosa.

Claro, que también podéis intentar cultivar un espíritu positivo y bucear por los "beneficios colaterales" de situaciones tan traumáticas a lo largo de la historia. No olvidemos que la ciencia moderna nace en una pequeña localidad del Reino Unido, en la que se encontraba confinado un joven llamado Newton, que huía de una epidemia de peste.

ESPECIAL "CUÑADOS"

Si queréis contar con munición para mantener el pulso con ese listillo entrañable que se dedica, en el trabajo o en las reuniones familiares, a colocaros contra las cuerdas, recordad que la mejor defensa es un buen ataque. Pensad que este será el tema estrella de la próxima ocasión y hay que estar preparados. Os propongo algunas temáticas que ayudarán a desarmarle, especialmente si es de talante "cenizo". 

PARA ARTISTAS DE LA COCINA


¿Quieres cocinar como tus antepasados?
En otro orden de cosas, bajo el hastag #recetascuarentena  encontraréis en la Red múltiples iniciativas dirigidas al público más “cocinilla”, que buscan compartir las habilidades culinarias de sus seguidores. La idea es depurar la técnica, aprendiendo a preparar platos algo más sofisticados de lo que podemos permitirnos habitualmente. 

Si este es vuestro perfil de interés, pero solo queréis aprender de los mejores, habéis de saber que también los más reputados chefs han puesto su granito de arena para ayudarnos a sobrellevar la situación, enseñándonos a elaborar platos de primera división. 

Aunque también podéis dar un paso más y explorar los secretos culinarios de nuestros antepasados, a través del testimonio escrito que hemos conservado en los recetarios que custodia la Biblioteca Nacional. Si esto os llama la atención, podéis curiosear por el espacio Chef BNE, donde no solo encontraréis las recetas, sino que podréis aprender sobre técnicas y costumbres gastronómicas del pasado. 


JOVENES (Y NO TAN JÓVENES)

Por otro lado, es cierto que los adolescentes no son un colectivo de riesgo en términos sanitarios, pero sí en lo que se relaciona con la salud emocional. Son animales sociales por antonomasia. Necesitan el aliento de sus iguales como el aire para respirar. En esta situación su cuenta de Instagram proporciona un servicio de primera necesidad. Es verdad que la prensa ha recogido casos puntuales de comportamientos harto inmaduros, pero también hay que reconocerles su creatividad con planes como esos programas de confinamiento, que buscan dar un aire festivalero a las convocatorias de aplausos de cada tarde. Desde luego, aplicaciones como House Party están viviendo su edad de oro, conectando a cualquier hora amigos para jugar a través de videollamada. 

También circula por Instagram la propuesta Yo en casita con 152 ideas para los jóvenes (y no tan jóvenes), a cada cual más disparatada. Seguro que encontraras alguna sugerencia que aún no se te había ocurrido para llenar tantas horas de reclusión. Si no es el caso, por lo menos conseguirán arrancarte una sonrisa.


PARA LOS "PEQUES"

Al margen de la oferta de cadenas como RTVE o los servicios audiovisuales de las distintas operadoras, como es el caso de Movistar Lite (que emite en abierto hasta abril) o Movistar Junior (solo para clientes de Telefónica), lo cierto es que hay muchas propuestas de actividades que se pueden realizar con niños, precisamente para apartarles de la pantalla de ordenador, teléfono o televisor. No obstante, tened en cuenta que Televisión Española, además de su programación especial de contenidos infantiles, ha habilitado un espacio para juegos interactivos y también ofrece herramientas de apoyo para el seguimiento en clasa de las clases, como es el caso de EduClan, que se dirige a niños con edades comprendidas entre tres y diez años. Esta iniciativa amplía su alcance a partir del lunes 23 de marzo, con el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Educación para emitir el espacio Aprendemos en casa, con clases dirigidas a 6 a 16 años y cuya programación se prolongará durante todo el tiempo que continúe el aislamiento.

Además, si sospechais que tenéis en casa un futuro as de la ingeniería, tal vez podáis animarle a realizar algún curso de robótica o programación como los que ofrece Fundación Telefónica, a través de la plataforma Code.org, que les enseña a programar a través de juegos y tutoriales, o STEMbyme, que ofrece a chavales mayores de catorce años distintos recursos para potenciar sus competencias en arte, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Si lo que queréis es ayudar a vuestro hijo a reforzar alguna habilidad que se le resiste, os recomiendo visitar una de mis web favoritas, Orientación Andujar, donde encontraréis muchísimos recursos y actividades para trabajar con niños. Lo cierto es que esta situación supone todo un reto, no solo para los centros educativos, sino también para los padres que hemos tenido que improvisar una dinámica de "Home Schooling" a marchas forzadas a través de herramientas tecnológicas, con las que no todos los progenitores están familiarizados. Por fortuna, editoriales como SM han querido estar a la altura ofreciendo en abierto, a través de su aula virtual, libros y juegos para reforzar las actividades de clase. Otros sellos como La Calesa ofrecen cuadernillos de repaso descargables para todos los cursos de Educación Primaria y Secundaria.

Por otro lado, si sois profesores (o padres con alma de maestros), tal vez encontréis alguna idea en páginas como BNEscolar, donde se proponen actividades para realizar con los estudiantes basadas en el conocimiento nuestro patrimonio bibliográfico. También Scolartic, la plataforma que Fundación Telefónica ha habilitado para los docentes, propone proyectos educativos para potenciar las habilidades digitales de los alumnos. 

Descargable para colorear

Como veis, #YoMeQuedoEnCasa no implica parar nuestra existencia, ni aislarnos del mundo, sino solo cambiar nuestras rutinas. Al hilo de esta crisis son muchos los ejemplos de solidaridad que nos hacen reconciliarnos con el género humano. Algunas entidades están aportando su granito de arena ocupándose de las mascotas de quienes están hospitalizados. Virtuosos comparten su arte con los vecinos cantando desde su ventana. Ingenieros trabajan codo a codo con especialistas para fabricar respiradores. Ancianas en su hogar cosen mascarillas para los sanitarios. Hay restaurantes que ayudan a los más golpeados por la situación, con ejemplos como el de Lola y su potaje gratuito para "jodidos", una historia más de las que protagonizan esos héroes anónimos que afloran en tiempos de vacas flacas.

Recordad aquello de que toda crisis implica una oportunidad. Esta lo es para valorar lo cotidiano y aquellos a quienes tenemos más cerca. También para mantenernos enteros aprovechando la ocasión para realizar actividades que habitualmente tenemos que postergar por falta de tiempo. Todo menos entregarnos a la desesperación de un lobo enjaulado con la repercusión que ello puede tener en nuestras relaciones familiares o de pareja


Al final quien no se consuela es porque no quiere. Os propongo el hastag #VasoMedioLleno. No reducirá el tiempo que tengamos que permanecer en esta situación, pero la hará mucho más llevadera.




Agradecimientos:

En el apartado dedicado a jóvenes y adolescentes he sido asesorada por Itziar Díaz-Delgado, víctima del síndrome de encierro y voz cualificada en la marea de solidaridad entre coetáneos que ha desatado esta situación. Su hermano Alejandro es quien me descubrió el canal BioPic Channel, visita obligada para todos los aficionados a las biografías de personajes históricos. Gracias a Sara, mi hija pequeña, estoy aprendiendo un montón (como miles de padres en este país) sobre las bondades de herramientas como Google Classroom o la funcionalidad de digitalización que incorpora Google Drive.


La información del Archivo de la RANM sobre epidemias me la ha facilitado Nacho Díaz-Delgado, que diariamente hace el esfuerzo de digitalizar y compartir en la Red documentos que de otra forma pocos de nosotros conoceríamos. En otro ámbito, también agradezco la labor que Mercedes Nuñez, responsable del blog Think Big Empresas, realiza a la hora de divulgar el rostro más humano de la tecnología. De esta publicacion, con la que colaboro desde hace tiempo, también he recogido varias referencias.


Especialmente agradezco a Julián Marquina la excelente labor de difusión que realiza a través de su blog, donde se encuentran publicados varios de los artículos mencionados en este trabajo. Otros sitios como "Orientación Andujar" que sigo desde hace años, son visita obligada para padres de niños que cursan Infantil y Primaria. Su ayuda es inestimable especialmente en situaciones como la que estamos viviendo.


Por supuesto agradezco a todos mis amigos, compañeros y familiares su generosidad compartiendo información. En particular a Sagrario Galán y David Pérez, que me remitieron la noticia sobre la Biblioteca de la Unesco y Carlos Rodriguez, que está vinculado al proyecto español para fabricar respiradores a bajo coste. Todos ellos contribuyen a esa visión de #VasoMedioLleno que os animo a cultivar.  







lunes, 16 de marzo de 2020

COVID-19, bitácora para sobrevivir en la Red

Estamos viviendo un episodio que formará parte en el futuro de los libros de historia. Proliferan noticias ciertas y falsas, alarmantes y consoladoras. Sobrevivir con la cabeza sobre los hombros, a través del vocerío de Internet, requiere separar la mies de la paja.  Ofrezco mi humilde contribución a este fin.


Nadie podría haber imaginado hace tan solo unos meses una situación como la que estamos viviendo. Una pandemia, que parecía impensable en el siglo XXI, azota el planeta, paraliza la economía y nos coloca frente a las contradicciones de un tiempo marcado por el pulso entre la realidad física y virtual. Ahora todos volvemos la mirada a médicos y enfermeros, al maestro que intenta mantener la rutina de nuestros hijos en casa, al reponedor del supermercado y al transportista que recorre kilómetros cada día para abastecer los establecimientos con productos de primera necesidad.


La humanidad ha pasado en muchas ocasiones por circunstancias similares. Hace siglos el efecto de las epidemias se relacionó con etapas de crisis económica e importantes convulsiones políticas. Pero parecía cosa del pasado, olvidando que las plagas sanitarias aún son un fenómeno conocido en muchos países. Lo distinto en esta ocasión es que afecta también al primer mundo. Y lo paradójico de esta situación es que demuestra cuan equivocados están tanto los escépticos digitales como los devotos a ultranza de la automatización. Lo que está ocurriendo nos demuestra que nuestro bienestar físico y emocional depende a partes iguales de la solidaridad de una mano amiga y de los servicios a los que podemos recurrir a través de esa ventana al mundo que ofrece Internet.

Recluidos en casa las campañas de concienciación nos recuerdan que este es un tiempo en el que la heroicidad consiste en preguntarnos cada uno de nosotros qué podemos hacer para ayudar. En unos casos será continuar asistiendo al trabajo, pese a los riesgos. En otros, simplemente, procurar no entorpecer la labor de quienes se encuentran en primera línea de fuego, respetando la distancia de seguridad recomendada en las salidas imprescindibles y quedándonos en casa, atendiendo a nuestra gente.

Esto también es heroico porque no estamos preparados. Quien corre a mucha velocidad corre el riesgo de lesionarse si para en seco. Más aún si se deja llevar por la oleada de pánico que provoca el bombardeo de noticias que nos llegan a diario. Por ello, me gustaría compartir información que he recibido, como todos vosotros, gracias a la generosidad y buena fe de tantos amigos y desconocidos que se han volcado en difundir cuando dato han considerado que podría ser de ayuda.  


RECOMENDACIONES Y ASISTENCIA


Herramienta digital para ciudadanos y sanitarios. Se trata de una app desarrollada con la colaboración de expertos en sanidad. Incluye teléfonos de atención, recomendaciones e información sobre bulos. Es una de las utilidades más interesantes que he encontrado. Podéis instalarla en vuestro móvil desde esta dirección: http://coronavirus.epidemixs.org

Comunidad de Madrid. Aplicación para autoevaluación para pacientes con síntomas. El objetivo es evitar el colapso en las líneas de atención a ciudadanos (900102112). 




ATENCIÓN DE INFECTADOS EN EL DOMICILIO 


Infografía publicada por Diario Enfermero (13-marzo-2020)
  

INFORMACIÓN GENERAL, PREGUNTAS  Y RESPUESTAS

Real Academia Nacional de Medicina. Documentos que incluyen información de la OMS, preguntas y respuestas, recomendaciones para viajeros y normas para profesionales del Servicio Madrileño de Salud.

Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Dispone de una página específica con información sobre el coronavirus con datos interesantes sobre bulos como el relacionado con el consumo de ibuprofeno.

Cruz Roja. Píldora formativa sobre el coronavirus sobre medidas de prevención.

Unicef. Preguntas y respuestas sobre el brote del virus. Incluye información no solo sobre los efectos en niños, sino también en embarazadas. Asimismo, ofrece consejos sobre el cierre de centros educativos y educación online.

IHP Blog. Impacto en distintos países y tasa de mortalidad. No ofrece información oficial, pero sí elaborada por profesionales. Lo incluyo por los datos comparativos que recoge respecto a otras epidemias recientes.

Además, TVE ha habilitado distintas secciones y servicios:

Noticias de última hora
Mapa de la pandemia (evolución)
Consultas sobre la enfermedad vía WhatsApp (se asegura respuesta por parte de expertos)


APOYO PSICOLÓGICO 

Cómo manejar el estrés ante la crisis del COVID-19 (Cruz Roja).
Diez formas de ayudar a los niños a afrontar el brote de COVID-19 y el aislamiento en casa (Hospital Infantil Universitario Niño Jesús)
Bienestar de los profesionales (ICS - Traducción: Equipo Salud Mental Hospital U. La Paz)
Personas en cuarentena (Cruz Roja Hong Kong)
Coronavirus, una oportunidad para fortalecer la familia (Foro de la Familia, ABC  15/03/2020)



ESTADO DE ALARMA
 
Texto del RD por el que se declara el estado de alarma en España
Qué se puede hacer y qué no (infografía)
Cambios en el estado de alarma (actualizado 19 de marzo)


¿TIENES QUE TELETRABAJAR?

8 consejos para teletrabajar con éxito
¿Se normalizará el trabajo después del coronavirus?



¿QUIERES AYUDAR?

Han proliferado distintas iniciativas de voluntariado, en el contexto de los programas de asistencia de distintas instituciones y organismos públicos. Pero también han surgido propuestas solidarias impulsadas por colectivos, como el de algunos taxistas de Madrid, o los propios vecinos. A todo ello se unen las actividades desarrolladas por fundaciones y ONGs, que hacen ahora un esfuerzo especial por la dificultad añadida que impone la crisis del coronavirus o la urgencia por reforzar los servicios de atención.

Registro de médicos voluntarios. Ha surgido a raiz de la oferta de ayuda por parte profesionales retirados o jubilados.
Comunidad de Madrid (página oficial). Información sobre la medida. Distintas comunidades autónomas y ayuntamientos están realizando llamamientos similares.
Voluntariado online (Fundación Telefónica). Si lo que os gustaría es ayudar desde casa, esta es vuestra página. Se solicita colaboración con distintas ONGs a través de plataformas digitales.
APADIS. Residencias para personas con discapacidad intelectual.
CRUZ ROJA. Atención a personas especialmente vulnerables.

A diferencia de las epidemias que asolaron a la humanidad en el pasado, hoy la tecnología nos ayuda a contener la extensión del virus y a atenuar sus consecuencias. Pero es la solidaridad y nuestro propio sentido de la responsabilidad lo que nos ayudará a superar esta situación. Cuándo lo logremos y cuáles serán las consecuencias, ya es otro tema.

Esta es una situación preocupante e incómoda, pero también nos ofrece la ocasión de hacer un alto en el camino para tomar aire. Os deseo mucha salud y, sobre todo, que no dejéis de ver el vaso medio lleno. El miedo solo sirve en su justa medida. Si sobrepasamos el límite es paralizante y eso no nos lo podemos permitir. Mucho ánimo.


AGRADECIMIENTOS.

Quiero agradecer a todos mis contactos de Facebook y compañeros de trabajo su generosidad compartiendo información. En especial debo mencionar al Dr. Rafael Díaz-Delgado por la información sobre la herramienta que figura como primera referencia de este post y a Mamen Menéndez el detalle de compartir la infografía tan completa que ha elaborado el equipo de Salud Mental del Hospital Universitario  de la Paz, de la que reproduzco alguno de los contenidos. También a mis amigas Merche Sánchez y Eva Aguado por las infografías sobre cuidados psicológicos y sanitarios que recojo. Sobra decir que nunca reconoceremos lo suficiente la labor de atención de nuestros profesionales de la salud, y su esfuerzo adicional por divulgar información veraz para combatir tanto bulo como circula por Internet.



sábado, 4 de enero de 2020

Conjurando ausencias, "La ridícula idea de no volver a verte"

En el teatro cada representación es irrepetible. Con los libros ocurre algo parecido. El texto, cual médium, conecta las filias y fobias del autor con las de sus lectores. Si en los ingredientes de esta poción mágica se encuentran pinceladas biográficas de una trayectoria tan excepcional como la de Marie Curie, pasadas por el tamiz de la experiencia personal de una autora de la talla de Rosa Montero, difícil es que no salte la chispa. Al menos a mí, esa combinación, me resulta irresistible.

Os pongo en situación. Es invierno, fuera hace frío y el crepitar de la chimenea da a la estancia ese aroma de refugio que tanto se necesita cuando se deja de lado #loquesedebehacer dándole espacio a lo que #sequierehacer. Desde mi mecedora, con una mullida manta sobre las piernas, intento defenderme del regusto amargo y a la vez entrañable que deja en la boca la celebración de la Navidad para quienes tenemos ausencias que añorar. Como comprenderéis este viene a ser un talante muy receptivo para recrear por boca de Rosa Montero el estado de ánimo con el que la señora Curie emprendió la escritura de un diario tras la sacudida que produjo en su vida la repentina muerte de su esposo Pierre.

El texto es ciertamente conmovedor y su título “La ridícula idea de no volver a verte” se me antojaba con un cierto son de bolero, muy acorde con el ritmo que mantiene la historia que nos cuenta. No se trata de una novela, ni tampoco es una biografía al uso o un libro de memorias. Es todo ello a la vez, como explica la autora en el prólogo. Se trata de una reflexión sobre el desgarro que produce la pérdida del compañero de toda una vida a través de la piel de otra mujer que ha pasado por una experiencia similar. Es la vivencia de una soledad tan grande que no cabe dentro de la palabra soledad y que uno no puede llegar a imaginar si no ha estado ahí. Pero no, no penséis que la batalla la gana el desconsuelo, sino que página a página, lo que se abre camino es un canto a la vida, a la esperanza, a esa belleza que según la autora todos necesitamos para que la vida nos sea soportable.

Por esta obra en 2014 se le concedió a Rosa Montero el Premio de la Crítica de Madrid que vino a engrosar aún más la abultada lista de galardones que ha recibido a lo largo de su carrera. Se otorgó dentro de la categoría de novela aunque, como os decía, realmente el texto pertenece a un género inclasificable en el que el lector se ve envuelto en una malla que se teje con las vivencias de la autora y la biografiada. Página a página vamos viajando por un periplo que, como en la vida (en la suya y en la nuestra), nos lleva continuamente a caer y levantarnos. Por eso la trama dista de ser lineal y se encuentra salpicada de frecuentes digresiones que, lejos de dispersarnos, apuntalan lo esencial del mensaje que el texto quiere transmitir.

Teniendo en cuenta la talla de la protagonista del texto, hay que reconocer que era difícil no caer en el panegírico. Sin embargo, Rosa Montero no nos presenta a “Madame Curie”, uno de los principales iconos de la historia de la ciencia, sino a “Marie Curie”, una mujer que tuvo que sortear multitud de dificultades para ser simplemente humana, enamorarse, tener hijos, compaginando una existencia “mortal” con su descomunal talento. De hecho, y este es un detalle en el que no se suele reparar, fue una de las pioneras de eso que hoy llamamos “conciliación laboral”. Suele decirse que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, pero además en este caso, detrás de esta gran mujer también hubo un gran hombre, Pierre Curie, o su mucho menos conocido padre, avanzadilla de esos abuelos entregados que hoy pueblan nuestros parques en horario laboral.

Pierre, Marie, Irène 
y Eugène Curie
Y es que es la mujer y no el genio a quien rescata Rosa Montero, con sus luces y sus sombras, y como todos, con su inseguridad, angustia y alguna que otra decepción, dando bocanadas de aire para mantenerse a flote cuando la vida se le encrespaba:

Menos mal que de cuando en cuando encontré algún detallito miserable con el que la pude humanizar, porque no existe una sola vida sin su cuota de mugre, aunque sea en proporciones pequeñas.

El texto, hay que decirlo, es descarnadamente sincero y por ello conmovedor. Habla de dolor y soledad, de tenacidad y sacrificio, pero también del poder sanador del arte en general y de la literatura en particular. 

Hay que hacer algo con todo eso para que no nos destruya (…), con la furiosa pena de vivir cuando la vida es cruel. Los humanos nos defendemos del dolor sin sentido adornándolo con la sensatez de la belleza.

Pero no penséis que solo se habla del dolor de la pérdida. En el diálogo que la autora establece con nosotros, donde olvidamos que estamos leyendo y tenemos la sensación de mantener una amigable charla, se tratan muchos otros temas que, como la muerte, forman parte de la vida. Un lugar importante lo ocupan la reflexión sobre las relaciones convencionales de pareja, protagonizadas por hombres-rana y princesas desilusionadas que, tras años de convivencia y sin ser conscientes de sus propias ancas, descubren que, por más que se empeñen, su compañero nunca mutará en príncipe porque no es esa su naturaleza y no se le pueden pedir peras al olmo. 

Y claro, hablando de un personaje tan excepcional como Marie Curie, no podía faltar una oda a la diferencia y la reivindicación del derecho a resistirse a esa dictadura de lo que “todo el mundo hace” o “todo el mundo piensa”:

La normalidad es un marco convencional que homogeneiza a los humanos, como ovejas encerradas en un aprisco; pero, si miras lo suficientemente cerca, todos somos distintos.

Resalto estos aspectos y no tantos otros como recoge el texto, porque al final todos respiramos por la herida y nuestras lecturas son tan mudables como las circunstancias en las que nos encontramos en cada momento. Pero, al margen de ello, si pensáis que la obra poco os puede descubrir de un personaje tan conocido como Marie Curie, me atrevería a decir que estáis equivocados. 

En la trama cobran protagonismo detalles de su biografía que parecen secundarios, pero que son precisamente los que colocan en la escena principal vicisitudes que aún hoy son el pan de cada día para muchas mujeres. Antes os mencionaba a su suegro, precursor de esos abuelos sin los que tantas parejas en nuestro tiempo no podrían sobrevivir. Pero hay otros episodios como el de la aventura con su colega Langevin, que tampoco tienen desperdicio. 

Marie Curie y Paul Langevin (1910)


Este hombre, de talento científico incuestionable, no dejaba de ser mortal y, como tantos otros a lo largo de la historia, no dudó en dirimir sus cuitas conyugales a golpe de adulterio, justificado por la aureola de “varón incomprendido” y el impacto que le causó tropezarse con una hembra de la talla de Curie. Lo triste (incluso hoy en día) es recordar que la prensa amarilla de aquella época no dudó en lapidarla a ella y no tanto a él, pese a que Marie era viuda (y libre) y Langevin era quien estaba comprometido en un matrimonio, por mucho que su infelicidad fuera notoriamente pública. Sabido es que de una mujer lista se pueden esperar cosas terribles, pero hay que reconocer que un hombre listo en cuestiones de faldas por lo general queda eximido de toda responsabilidad, asumiendo por defecto el rol de víctima y no de verdugo. 

Como imaginaréis, se organizó un tremendo escándalo mediático, alentado por la desairada esposa de Langevin, que salpicó la concesión del Premio Nobel de Química a Curie en 1911. Episodio con situaciones tan irritantes como la inquietud del comité del Nobel por mantener la “honorabilidad” de la ceremonia, impensable si en las mismas circunstancias el galardonado acosado por la prensa hubiera sido un hombre. La cosa llegó al punto de recibir misivas por parte de los organizadores en estos términos:

Le ruego que se quede en Francia; nadie puede calcular lo que podría pasar aquí... Espero que mande un telegrama... que diga que no quiere aceptar el premio antes de que en el juicio de Langevin se demuestre que las acusaciones en su contra no tienen fundamento. 

A lo que ella contestó:

El premio me lo dieron por el descubrimiento del radio y el polonio. Creo que no hay ninguna conexión entre mi trabajo científico y los hechos de mi vida privada.

Albert Einstein
Sin embargo, no todos sus colegas mostraron un talante tan rancio. El, por aquel entonces, joven Einstein desenvainó su pluma para trasladar su más incondicional apoyo:

(…) estoy convencido de su desprecio por esta gentuza, ya sea si le prodigan obsequioso respeto o sacien su lujuria por el sensacionalismo. (…). Si la gentuza se mantiene ocupada con usted, mejor no lea esa bazofia, mejor déjesela al reptil para el cual fue fabricada

Por supuesto, esto fue el inicio de una larga amistad entre ambos y, también por supuesto, Marie Curie recogió personalmente tan preciado galardón, convirtiéndose en la primera persona en repetir en dos ocasiones este honor. Tampoco había sido fácil la situación en 1903, cuando se le concedió el Premio Nobel de Física, únicamente por la insistencia de su esposo Pierre en que se reconociera el trabajo de ambos, y no solo el suyo. Eso sí, el premio se les otorgó en régimen de “gananciales”, con la dotación económica correspondiente a una única mención y no a cada uno de los premiados, como es habitual.


Pero a pesar de los pesares no se puede tapar el sol con un dedo. El mérito de Curie, y así lo explica esta obra, no fue solo desarrollar su talento en un entorno tan hostil, sino conseguir, a pesar de los pesares, que se reconocieran sus aportaciones, logrando ser, incluso hoy en día, la única mujer que descansa en el Panteón de Hombres Ilustres de París. Lo que no logró en su tiempo, sin embargo, fue ser aceptada como miembro de la Academia de Ciencias de París. Les parecería a sus eminencias que no tenía suficientes méritos. 

Y, por cierto, uno de esos detalles secundarios que rescata el texto y sirven para retratar a la mujer y no tanto al genio, es la anécdota de la señora Curie haciendo el favor a su viejo amigo Langevin de colocar en su laboratorio a una estudiante con la que se había vuelto a enredar, tras reconciliarse con su esposa, teniendo un hijo. Y para mayor ironía del destino, su nieta Hélène, hija de Irene y también científica de prestigio, terminaría casándose con un nieto de Langevin (confío que algo más centrado en asuntos sentimentales que su abuelo). Cuando se conocieron, parece ser que ninguno de los dos sabía nada de esta historia. 

A Rosa Montero le llama la atención la gravedad con la que Curie mira a la cámara, casi desafiante, en prácticamente todas las fotografías que se conservan de ella. A mí no me sorprende tanto ese detalle, como esa vertiente combativa de su actividad de la que no era tan consciente.  Las simpatías por el movimiento nacionalista polaco en tiempos de la ocupación rusa y, sobre todo, su compromiso social, compartido con su esposo Pierre y mantenido por sus hijas y su nieta Hélène. Ese compromiso que le llevó a convencer a las adustas damas de la alta sociedad francesa para que cedieran sus vehículos durante la I Guerra Mundial para organizar una flota de pequeños “curie” que permitieran salvar vidas utilizando los Rayos X. Esto implicaba además formar al personal que debía realizar esta peligrosa misión. Pero no se quedó ahí: ella y su hija no dudaron en conducir estos vehículos para aportar su grano de arena en el proyecto que ella misma había ideado. Este detalle reconozco que me impresiona incluso más que su doble Premio Nobel. 

Marie e Irene en un hospital
 de campaña durante la 
I Guerra Mundial
Investigando un poco descubrí que además esto de la implicación social debe incluirse en algún gen que heredó su hija Irene quien, por cierto, también fue galardonada con el Premio Nobel de Química en 1935, junto a su esposo Frédéric Joliot. En 1951, Irene, subsecretaria de estado en investigación científica, fue retirada de la Comisión Francesa de Energía Atómica por sus simpatías con el Partido Comunista de su país. Apoyo del que también ha hecho gala públicamente su nieta Hélène, hija de Irene, con ocasión de las elecciones europeas que se celebraron en 2019. 

Aparte de lo que os he contado, creo que este, como todo buen libro, tiene la cualidad de despertar la curiosidad por temas colaterales a la trama en la que estamos envueltos cuando pasamos su última página. En mi caso me parece fascinante, por ejemplo, la figura de Ève, la hija pequeña de Curie, autora de una biografía de su madre que en 1938 se convirtió en un auténtico bestseller. Reportera, pianista, mujer de gran sensibilidad y, como ella decía, única de su familia en no ganar un Nobel, representa un modelo de rebeldía constructiva muy interesante.


Fue ella quien acompañó a Marie en sus visitas a España, un detalle que no conocía y he descubierto a raíz de esta lectura. De hecho, visitó nuestro país en tres ocasiones, se codeó con lo más florido de la intelectualidad cañí y hasta aparece en alguna foto del famoso Cigarral de Marañón.  

Su primer viaje lo realizó en 1919, acudiendo con sus hijas como estrella invitada al I Congreso Nacional de Medicina que se celebraba en Madrid. En su discurso agradeció a Alfonso XIII la protección que había dispensado a familias francesas durante la I Guerra Mundial. Se refería a la labor que había realizado el monarca para ayudar a quienes buscaban a desaparecidos o prisioneros y que permitió repatriar a miles de hombres. Por cierto, que también se embarcó en otras cuitas humanitarias con menor éxito, como la de intentar salvar la vida de los Romanov. 

En 1931 Marie Curie fue invitada por el Gobierno de la II República prodigándose en conferencias en lugares como la Residencia de Estudiantes realizando un viaje por varias ciudades españolas acompañada en esta ocasión solo por su hija pequeña. En sus cartas habla del talante conquistador de Ève, pero también de sus simpatías por la recién nacida República:

Lo que me interesa sobre todo son las conversaciones con los republicanos y el entusiasmo que tienen por renovar el país. ¡Ojalá puedan tener éxito!

Eve Curie, la hija pequeña.
Hizo aún una tercera visita en 1933, un año antes de su muerte, en calidad de vicepresidenta de la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las Naciones para presidir en la Residencia de Estudiantes una importante reunión internacional a la que asistió lo más florido de la época, incluyendo nombres como Unamuno o Gregorio Marañón.

Cuando más indago, más temas colaterales despiertan mi curiosidad por esta mujer que se convirtió para mí en todo un icono, cuando era niña, tras leer una edición juvenil de su biografía. Aquel libro me lo regaló mi madre. Este, “La ridícula idea de no volver a verte”, ha sido el cariñoso detalle de una de mis mejores amigas. En algún sitio escuché que el regalo de un libro, además de un obsequio, es un elogio. Gracias Marie. Has acertado de pleno con la historia de tu tocaya (francesa adoptiva como tú).  Lo considero el más bonito de los cumplidos para arrancar con ganas una nueva década.

Esta foto refleja la imagen que traslada el libro. 
Una mujer con su hija, sin atusar,
sin casi posar, disfrutando de un bonito día de buen tiempo.
¿Da la impresión de ser el genio que fue?.